23 marzo, 2007

El cambio climático aumenta el dengue en América del Sur

20/03/2007 - 19:39
IBLNEWS, AGENCIAS

Las alteraciones climáticas, como las lluvias más intensas y persistentes en América del Sur, obligan a los países a fortalecer la prevención de enfermedades como el dengue, que esta vez afectó a Paraguay con su variedad más peligrosa, la fiebre hemorrágica. "El calentamiento global aumenta el riesgo futuro de epidemias", dijo el entomólogo Anthony Erico Guimarães, investigador del Instituto Oswaldo Cruz, el más importante centro de estudios y desarrollo de remedios contra enfermedades tropicales de Brasil.

El aumento de la temperatura global "influye directamente en la expansión del dengue al alterar la frecuencia de las lluvias", explicó. El médico Franklin Alcaraz del Castillo, director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica de Bolivia, dijo que las inmensas lagunas creadas en los últimos tres meses por las lluvias en la Amazonia boliviana "alimentan la reproducción del mosquito" transmisor del dengue. Ésta es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que es contaminado al absorber la sangre de una persona infectada y provoca el contagio cuando pica a otra sana. Los síntomas son fiebre, dolor de cabeza y muscular. El tipo hemorrágico también provoca fuertes dolores de estómago, náuseas, pérdida de sangre por la piel y las mucosas.

Además, el calentamiento global acelera el desarrollo del virus, amplía la zona de influencia del mosquito y su capacidad de adaptarse a temperaturas más frías, dijo al IPS el científico argentino Osvaldo Canziani, integrante del Grupo Intergubernamental de Especialistas sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. Por ello es importante mantener la prevención, incluso cuando el termómetro indique sólo 15 grados, resaltó. Existe consenso científico de que el clima del planeta se está calentando debido en parte a actividades humanas, que aumentan la emisión de gases causantes del efecto invernadero, por ejemplo la quema de gas, carbón y petróleo.

En Bolivia, hay cerca de 40 mil familias evacuadas por causa de las inundaciones en los departamentos de Santa Cruz y Beni, que también son los más afectados por el dengue. "Esta situación, la pobreza y la falta de conocimiento para defenderse del mosquito hacen que la enfermedad se propague", agregó Alcaraz. Hasta el momento, fueron registrados 2.800 casos de dengue en ese país, según informó el jueves la Unidad Nacional de Epidemiología de Bolivia, y el especialista alertó sobre la necesidad de desinfectar con humo las zonas más vulnerables y prepararse para otros males asociados con la inundación como la malaria, la fiebre amarilla y el tétano.

En Brasil, se registraron 79.732 casos entre enero y febrero de este año, casi un 30% más que en igual período de 2006. La mitad de ellos se registraron en Mato Grosso do Sul, que tiene límite con Bolivia y Paraguay. La variante hemorrágica afectó a 55 personas, de las cuales seis murieron. "En Brasil la población está movilizada para eliminar los focos, los recipientes con agua estancada donde los mosquitos se reproducen", dijo Guimarães. En Paraguay, epicentro del foco sudamericano, las autoridades registraron cerca de 20 mil casos y 12 muertes. Mientras tanto, médicos de ese país sospechan que el sub-registro es enorme.

Uruguay y Canadá son los únicos países de América libres del dengue autóctono. Los mosquitos transmisores son "extremamente sensibles al cambio climático", dijo a comienzo de mes el Ministro argentino de Salud, Ginés González García. "Los vientos, la temperatura y el régimen pluvial son factores decisivos para su propagación", advirtió en un viaje a la frontera con Paraguay. El médico Alfredo Siejo, encargado de la unidad de dengue del Hospital Muniz de Buenos Aires, especializado en enfermedades infecciosas, destacó que los focos de dengue coinciden con el momento de mayor intensidad de El Niño, fenómeno climático periódico asociado a fluctuaciones de la presión atmosférica y de la temperatura de la superficie del Océano Pacífico, que este año afectó principalmente a Bolivia.

Desde la década del 70, a medida que aumentaba la temperatura global debido al cambio climático, las tempestades, lluvias y otros fenómenos extremos asociados a El Niño se volvieron más frecuentes, intensos y persistentes, afirman especialistas. Existe riesgo de que las alteraciones climáticas amplíen la distribución geográfica de enfermedades como el dengue, la malaria, la leishmaniosis, el mal de Chagas, y además, que se prolongue la estación en la cual los agentes transmisores de esas enfermedades se reproducen.

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