CAROL MARBIN MILLER
The Miami Herald
Una niña de 4 años que vive en Coral Gables está en el centro de una disputa internacional de custodia entre Estados Unidos y Cuba para decidir quién la va a criar: su padre, que vive en Cuba y la quiere de regreso, o un conocido de la familia, considerado más idóneo por la agencia de bienestar infantil de la Florida.
Debido a una orden de secreto, la batalla por la niña se ha estado desarrollando calladamente en una corte juvenil de Miami-Dade en Allapattah. Pero tres fuentes familiarizadas con el caso han dicho que los trabajadores de bienestar infantil le han pedido al juez de Circuito Jeri B. Cohen que le conceda la custodia a largo plazo de la niña a un conocido de su familia.
La identidad de la niña ha sido resguardada por la corte y administradores de cuidado de niños. Hace alrededor de un año, el Departamento de Niños y Familias (DCF) le quitó su custodia a la madre, dijeron las fuentes, después de que una investigación descubriera que padecía de una grave enfermedad mental que no le permitía cuidar a su hija como era debido.
El DCF también tomó bajo su custodia al hermano mayor de la niña, que aún no es adolescente. Los niños, que tienen padres diferentes en Cuba, entraron en EEUU legalmente hace dos años. El padre del niño accedió a renunciar a sus derechos paternos, dijeron las fuentes, así que no hay disputa sobre su permanencia en Estados Unidos.
El padre de la niña, sin embargo, está presionando para conseguir la custodia, y está representado por Ira Kurzban, un conocido abogado de inmigración que ha representado al gobierno cubano anteriormente.
Cohen, que preside sobre los casos de adopción y de bienestar de niños, ha cerrado todos los procedimientos al público y les ha ordenado no discutirlo a todas las partes implicadas. No se sabe cuándo tomará una decisión sobre el caso.
Una fuente dijo que los administradores de la DCF, que recientemente anunciaron una nueva ofensiva para mejorar la transparencia de la agencia, no solicitaron que el proceso se hiciera a puertas cerradas.
El Miami Herald ha entrevistado a varias personas que saben de la batalla por la custodia. Hablando con la condición de anonimato, esbozaron varios puntos relevantes del caso.
El DCF está representado en el caso por Jason Dimitris, un antiguo fiscal estatal y federal, recientemente nombrado jefe de despacho para la agencia que encabeza Bob Butterworth. La familia que se está ocupando de los niños está representada por Alan I. Mishael, un destacado abogado de tribunales juveniles y de familia.
Hay similitudes y diferencias entre este caso y el de Elián González, cuya custodia suscitó titulares internacionales.
La principal similitud: el caso implica a un niño con un padre en Cuba que está buscando custodia.
Las diferencias: Elián huyó de Cuba en una balsa y fue rescatado en el mar después de que su madre se ahogara. En este caso, la madre de la niña, que trajo a su hija a los Estados Unidos, ha sido declarada incapacitada para atender a la niña. Y no hay familiares en Miami que atiendan a la niña, como los hubo en el caso de Elián.
En Cuba, la madre de la niña tuvo una una relación de corta duración con el padre, dijo una fuente. No se casaron nunca. La relación había terminado cuando la mujer y sus dos hijos entraron en Estados Unidos, hace dos años.
Al año de la llegada de la madre, sin embargo, ella dejó de tomar medicamentos psiquiátricos y surgieron problemas persistentes para criar a los niños, dijeron varias fuentes. Tras una llamada a la línea de emergencia de abuso infantil, los investigadores del DCF se hicieron cargo de los dos niños.
Al igual que a la mayoría de los padres que entran en el sistema de dependencia infantil de la Florida, a la madre se le dio la oportunidad de mejorar su capacidad de crianza y obtener de nuevo la custodia. Pero no pudo conseguirlo, y tras perder la custodia de los dos niños, ya no juega ningún papel en sus vidas, dijeron fuentes.
Ahora ambos niños están viviendo con una familia cubanoamericana en una casa de Coral Gables.
El Miami Herald no revela la identidad de la familia para proteger la privacidad de los niños.
El padre de la niña, sin embargo, ha solicitado sus derechos sobre ella. Mientras la disputa se desarrolla en los tribunales, dijo una fuente, se le ha permitido llamar a su hija por teléfono todas las semanas.
El Departamento de Estado de EEUU le ha negado permiso para entrar en el país y aparecer en corte, una decisión que ha afectado su capacidad para batallar por la custodia de su hija. Aunque la ley estatal no requiere su presencia para concederle la custodia, muchos jueces insisten en conocer y analizar a los potenciales guardianes de los niños antes de estar de acuerdo en concederles una custodia.
Los abogados del DCF están alegando en corte que el padre en Cuba carece de capacidad para obtener la custodia porque nunca tomó ninguna medida para proteger a su hija del comportamiento abusivo de su madre cuando vivía con él en la isla, dijo una fuente. Trabajadores estatales no han sugerido que el padre mismo haya abusado físicamente de los niños.
En cierto momento, la madre de la niña les dijo a los trabajadores del DCF que ella preferiría que la niña viviera con su padre en Cuba antes de que en un hogar temporal, le dijeron dos fuentes al Miami Herald.
Para ayudar al juez a determinar la capacidad del padre para obtener la custodia, una agencia privada de protección infantil en Miami le pidió a una agencia internacional independiente que revisara las condiciones de vida del hombre en Cuba. Esos ''estudios de hogar'' se realizan habitualmente antes de que un tribunal decida si conceder la custodia de un niño incluso a un padre o un familiar.
Aunque estos estudios sobre hogares tienen resultados generalmente positivos, fuentes dicen que los administradores del DCF se muestran escépticos, porque temen que agentes del gobierno cubano estén presentes durante la evaluación e influyan sobre su resultado.
''No sería un estudio de hogar válido'', dijo una fuente.
Hace siete años, Elián González fue devuelto a su padre en Cuba después de que fue sacado por la fuerza del hogar de sus familiares en Miami por agentes federales. Las fuentes dicen que la historia del caso de Elián pesa en las personas involucradas en el nuevo procesos, y tiene mucho que ver con el manejo cauteloso y callado de esta disputa.
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