BOSTON, mar (IPS) - Las universidades de Estados Unidos comenzaron a analizar las causas de la escasa representación de las minorías étnicas y de las mujeres entre sus profesores, pero el camino promete ser largo y lleno de obstáculos.
Esto se debe a que la dirección de estas instituciones parecen no ser consciente del problema, advierten los afectados
Un científico negro debió pasar 12 días en huelga de hambre para que el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT), uno de los grandes centros universitarios de Estados Unidos, accediera a investigar la posible discriminación racial en su perjuicio.
El MIT negó al biólogo James Sherley la permanencia en su cargo. Sherley y otros educadores atribuyen a la discriminación racial la escasa proporción de científicos negros en este y otros centros de investigación del país.
"Esto no se trata de mi trabajo en el MIT, sino de las causas por las cuales no se me renovó el empleo allí. Mi situación no es única. La raza aún es un problema en este país, que está dormido", dijo Sherley a IPS.
Sherley terminó su ayuno el 16 de febrero, cuando el MIT se hizo responsable, a través de una declaración pública, "responsable de garantizar un entorno en el que todos los miembros de nuestra comunidad diversa se sientan bienvenidos y respetados".
"La protesta del profesor Sherley concentró la atención en los efectos que puede tener la raza en la contratación, progreso y experiencia de los profesores de una minoría subrepresentada", admitió el MIT.
Este centro universitario también anunció durante la huelga de hambre que lanzaría un estudio sobre las causas por las que no se contrata a más negros como profesores, en especial en el área de ciencias.
James H. Williams, profesor de ingeniería mecánica en el MIT, consideró que tal anuncio era innecesario.
Esta investigación "es una farsa, análoga a observar a alguien que es linchado cuando uno ya sabe que el linchamiento es ilegal. Es estupidez básica", opinó Williams.
Williams realizó una huelga de hambre en 1991 para llamar la atención sobre las oportunidades de educación brindadas a estudiantes pertenecientes a minorías en el MIT. En ese momento era el único negro en toda el área de ciencia e ingeniería de esa institución, recordó.
De los 974 docentes que trabajan en el MIT, 54 son negros, de origen hispano o indígenas, según el propio centro de estudios. Alrededor de 740 profesores están fijos en sus cargos. Entre ellos, 27 pertenecen a minorías subrepresentadas.
Tampoco son blancos alrededor de 20 por ciento de los estudiantes pregraduados del MIT y cinco por ciento de sus estudiantes graduados.
Las negociaciones sobre la situación de Sherley en el MIT están en curso y son secretas. Si no le renuevan el contrato, deberá marcharse el 30 de junio. "Mis demandas todavía están sobre la mesa", afirmó en una declaración oficial publicada en el sitio web del MIT.
Caesar McDowell, profesor de planificación urbana en el mismo centro de estudios, dijo que, durante años, los docentes que no eran blancos exigieron una revisión completa de la situación del instituto en materia de respeto a la diversidad.
"Hoy creo que un instituto complejo como el MIT tiene que darse cuenta de que dentro del sistema habrá muchos asuntos relativos a la raza a los que tendrá que hacer frente", expresó.
El problema del MIT está muy extendido en todos los centros de estudios de Estados Unidos, dijo Shirley Ann Jackson, física, presidenta del Instituto Politécnico Rensselaer y ex titular de la Comisión Regulatoria Nuclear.
Este país llegó a una fase "crisis tranquila" porque no está preparando suficientes estudiantes mujeres y de minorías raciales que en el futuro ocupen espacios que dejan los científicos que se retiran, manifestó Jackson en uno de los auditorios de la Universidad de Harvard.
Entre las mujeres y los jóvenes de minorías étnicas, hoy subrepresentados, "debe salir la próxima generación de científicos", agregó. Alrededor de 12 por ciento de la población estadounidense es negra.
"La raza no debería importar. El problema es que estamos viendo pocas personas de otras razas y pocas mujeres en la ciencia. Hay que preguntarse qué está ocurriendo para que esto suceda", dijo Donna Nelson, profesora de química en la Universidad de Oklahoma.
Luego de realizar una investigación, Nelson constató que, en 2004, menos de dos por ciento de los docentes de cualquier disciplina científica eran negros.
Incluso en ciencias informáticas, donde 12 por ciento de los títulos de graduados en ciencias correspondieron a estudiantes negros, apenas uno por ciento del plantel docente era negro.
Alrededor de tres por ciento de todos los diplomas de doctorado fueron otorgados a estudiantes negros.
Por las venas de Nelson corre sangre indígena, y fue la primera mujer nombrada profesora titular en la Universidad de Oklahoma.
"Los indígenas están ampliamente subrepresentados en la facultad", aseguró. "Eso es un problema si uno comienza a preguntarse dónde encontrarán los indígenas estadounidenses sus modelos y mentores si es que los quieren de su misma raza."
En el MIT, Sherley, único negro en su departamento, dijo que su laboratorio es mucho más pequeño que los de sus colegas, y que sus logros en investigación sobre células madre adultas no fueron anunciados por el presidente de su departamento.
El biólogo indicó que sus logros en la materia están a la par de quienes obtuvieron un trabajo estable en el MIT. Tiene publicados más de 50 documentos sobre su investigación, ganó premios y hace poco recibió una subvención de 2,5 millones de dólares.
"Soy un buen partido", ironizó.
Sherley dijo que recurrió a la protesta luego de dos años de recurrir a los mecanismos normales de apelación en el instituto.
"Este problema que ha afectado a este instituto durante toda su historia. Yo pasé por prácticamente por todo lo que pasó James", dijo a IPS Chi-Sang Poon, neuroingeniero de la División de Ciencias de la Salud y la Tecnología de Harvard/MIT.
A menudo, la discriminación es sutil y no intencional. El estereotipo de que los científicos son blancos o asiáticos opera en contra de los negros, y tiene su origen en una época en la que Estados Unidos abría sus puertas a los asiáticos solamente si eran profesionales, dijo Rinku Sen, directora ejecutiva del Centro de Investigación Aplicada de Nueva York, que estudia la discriminación racial.
Sherley "hizo bien en hacer público su problema y relacionarlo con un modelo", dijo Sen.
La protesta del científico concitó la atención de medios de prensa estadounidenses de alcance nacional, y recibió el apoyo de Noam Chomsky y otras figuras del MIT. Pero el instituto defendió su decisión de negarle el puesto a Sherley.
La raza no era un problema importante en el campus, aseguró la dirección del centro universitario.
Mientras transcurría la huelga de hambre de Sherley, fue destrozada en el recinto universitario una muestra estudiantil sobre el líder del movimiento de defensa de los derechos civiles de los negros y premio Nobel de la Paz en los años 60, Martin Luther King.
Sherley estudió en Harvard en 1976, cuando había apenas un profesor negro en el área científica. "Hoy, cuando miro atrás en Harvard y aquí, en el MIT, veo que nada cambió", dijo.
Nancy Hopkins, profesora de biología en el MIT, dijo que la situación de las mujeres allí está cambiando con mucha lentitud.
En 1996, ella y otras mujeres realizaron una investigación según la cual en ese momento había 22 profesoras en áreas científicas. Hoy, son 36.
Pero los diversos departamentos del MIT "no debatieron el problema y no están al tanto de los datos", expresó Nelson, quien espera que este instituto cumpla con su parte en la tarea de cambiarle el rostro al profesorado de ciencias en Estados Unidos.
"Hacer una declaración pública significa que podemos esperar que ellos hagan algo importante al respecto", indicó. (FIN/2007)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario