07 julio, 2007

Tecnología: Imposible no hablar del iPhone

Revista Qué PasaEdición sábado 7 de julio de 2007

Puede que el teléfono sea limitado y que se conecte a una velocidad lenta a la red si no hay acceso WiFi cerca, pero todos están sorprendidos con la pantalla táctil y el sistema operativo. Triunfe o no, el iPhone ya es un éxito.

Por  Ángel Jiménez de Luis

He intentado encontrar un tema para esta semana que nos alejara, a ustedes y a mí, de la fiebre del iPhone. Lamento informarles que es imposible. Tiro la toalla. En el mundo tecnológico de estos últimos días no hay otro protagonista. Kodak y Logitech han tenido la mala idea de lanzar nuevos productos y no han conseguido ni una triste mención en algunas páginas de la red. A mediados de la semana Google arrancó un poco de protagonismo con la compra de Grand Central, un servicio que promete, pero que desgraciadamente no podemos utilizar fuera de los Estados Unidos.

La distracción duró más bien poco. El teléfono de Apple ha conseguido mantenerse en lo alto de las noticias más comentadas, relegando cualquier otro anuncio al tamaño de un breve. Casi siete días después de su lanzamiento, sigue siendo el tema más rumoreado y comentado en la blogosfera. Primero fueron las largas colas, después el lanzamiento, luego llegaron los primeros números de unidades vendidas, las opiniones de los analistas, los problemas con la activación, el coste de fabricación y el margen que consigue Apple con cada unidad vendida, y así hasta el día de hoy.

Queda cuerda para rato y esto no tiene pinta de frenar. Aún falta por saber cuándo llegará el iPhone al resto del mundo, cuánto nos costará, si cambiará alguna característica, las primeras cuentas de resultados de la compañía con el iPhone en la calle… cuando la marea de cifras y datos baje, se empezará a rumorear sobre el iPhone 2.0 y me temo que entraremos en un ciclo similar al actual. Sé que no es una perspectiva agradable pero, en el fondo, me siento responsable. Verán, yo soy de los que estuvieron en el anuncio del iPhone en enero y de los que, en su día -y en estas mismas páginas-, aseguraron que éste iba a ser un teléfono revolucionario. Sigo pensando que lo es y me alegra comprobar que, a pesar de sus fallos y limitaciones, que por supuesto tiene, la mayoría de la gente opina de forma parecida.

Uno de mis lectores, de viaje por California, se dejó caer por una de las tiendas de Apple para verlo en funcionamiento. Su reacción: "¡Impresionante! Tengo una PDA HP6515 y ni punto de comparación con la pantalla. El único fallo que se le puede ver es el teclado táctil, es un poco complicado hacerse con él y no puedes escribir SMS sin mirar la pantalla. Por lo demás, tamaño, grosor y comodidad, perfectos, la verdad, me he enamorado". Es una descripción que concuerda con la de muchos que lo han tenido en la mano. Puede que el teléfono sea limitado, que se conecte a una velocidad lenta a la red -si no hay un punto de acceso WiFi cerca- o que el teclado sea un poco incómodo, pero en general todo el mundo está sorprendido con la pantalla táctil y el sistema operativo.

No se trata del teléfono definitivo, sino de un teléfono más. Con esto quiero decir que si usted, por su trabajo, tiene una Blackberry, posiblemente no considere este nuevo invento de Apple un sustituto digno. El iPhone soluciona y simplifica muchas cosas que hoy son una tortura para los usuarios medios y allí es donde tiene su hueco. Es también la apuesta más sólida a la hora de navegar por la web. Por primera vez el teléfono se adapta a la red y no al revés.

Al cierre de esta edición las ventas del iPhone se acercaban a las 700.000 unidades y la distribución empezaba a resentirse. Es posible que en los próximos días se produzca lo que se conoce como "rotura de stock" y Apple se quede sin teléfonos que vender. Ya ha ocurrido en las tiendas de AT&T y en algunas de la compañías de la manzana. Cada teléfono que vende Apple supone una buena ganancia, ya que el margen de beneficio del dispositivo es de más del 50% para el modelo de 8 GB de memoria, según algunos analistas. Otros calculan que la cifra real se acerca más al 20%, por los costes de la pantalla táctil. En cualquier caso hablamos de una auténtica máquina de hacer dinero.

Triunfe o no, el iPhone es ya un éxito. Un éxito de marketing. Nunca en la historia de la electrónica de consumo una compañía había conseguido que se hablase tanto y en tantos sitios sobre un producto. Es ya, según comentan, el segundo teléfono más famoso de la historia, sólo superado por el de Alexander Graham Bell. Casi nada.

No hay comentarios.: