29 julio, 2007

Independencia del Perú

La Estrella de Arica, Jueves 26 de julio de 2007

El 28 de julio de 1821 fue proclamada la Independencia de Perú. El general y jefe del Ejército Libertador del Perú, José Francisco de San Martín, en la Plaza Mayor de Lima exclamó: "El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad de los pueblos y de la justicia de su causa que Dios defiende", siendo aclamado por la multitud. Días después, San Martín le envió una carta a O'Higgins, que dice: "Los amigos me han obligado a encargarme de este Gobierno, he tenido que hacer el sacrificio, pues de no hacerlo, el país se envolvería en anarquía... mi permanencia no pasara de un año". Consecuente con su promesa, San Martín instaló el Primer Congreso Constituyente del Perú en septiembre de 1822, y regresó a Valparaíso, donde lo acogió O'Higgins.

Chile vive un clima de efervescencia. Con el objeto de evitar una guerra civil, O'Higgins abdicó el 28 de enero de 1823. Asumió el poder el general Freire. O'Higgins, parte al exilio llegando al Callao el 28 de julio de 1823, coincidentemente con el segundo aniversario de la proclamación de Independencia del Perú, en compañía de su madre, su hermana y su hijo Demetrio, sin bienes ni fortuna, excepto su gloria y grandeza.

El Gobierno del Perú le obsequió las haciendas Montalbán y Cuiba. En 1842, el Presidente Bulnes Prieto, le autorizó retornar a Chile. Falleció en Lima, el 24 de octubre de 1842. Su féretro regresó envuelto en la bandera del Perú, que hoy conserva el Museo del Carmen en Santiago. San Martín partió a Mendoza en 1823. Al poco tiempo sufrirá la muerte de su esposa Remedios de Escalada. Se marchó a Europa para morir en Boulogne-Sur-Mer, Francia.

El Ejército Libertador del Perú fue decisivo para obtener la independencia del vecino país, pero el éxito de la causa de la Independencia tuvo otro factor clave: la participación de patriotas peruanos por la emancipación del Perú y América, que será una constante desde Tupac Amaru, el cacique Pumacagua, la rebelión de Tacna, hasta la victoria de Ayacucho.

Sean estas palabras un homenaje a todos los héroes y heroínas hermanados en la revolución americana, que nos señalaron la gloria de la causa de la libertad y la emancipación en Argentina, Chile y Perú. Su espíritu libertario y americanista, empapado en la nobleza y grandeza de San Martín y O'Higgins, son un ejemplo para las actuales generaciones, que deberán asumir los nuevos desafíos de paz, libertad, democracia e integración regional, que nos depara el siglo XXI.
 
Hermann Mondaca Raiteri

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