La crisis económica sufrida por Cuba tras el colapso en 1991 de la Unión Soviética, deprimió la producción cinematográfica, que sólo sobrevivió por la alianza con productoras extranjeras.
El número de películas cubanas rodadas en formato de 35 milímetros cayó desde 133 en 1983 a 27 en 2002.
Desde el 2000, el gobierno ha invertido en modernizar los estudios del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).
Las películas son auspiciadas,en su mayoría, por el ICAIC, aunque la tecnología digital, que ha abaratado los costos de la producción, ha permitido en los últimos años el surgimiento se un puñado de realizadores por vías propias.
El Festival de Nuevo Cine Latinoamericano abrió el martes con "El laberinto del Fauno", del mexicano Guillermo del Toro, y cierra el 15 de diciembre "Volver", del español Pedro Almodóvar.
La cita atrae a más de medio millón de espectadores.
"En Cuba hay mucha gente joven y vieja haciendo cosas importantes (...) actualmente están preparando tremendísimas propuestas no sólo para el cine cubano sino para lo que se está haciendo en el cine mundial", declaró Cremata a una agencia de prensa.
Cuba ha puesto sus esperanzas en las políticas culturales integradoras propuestas por el gobierno de Hugo Chávez.
En febrero, Chávez firmó con el líder cubano, Fidel Castro, un acuerdo para crear un fondo cultural que incluye el lanzamiento de una productora de documentales, un sello discográfico y una editorial para promover la integración latinoamericana.
El Festival de La Habana surgió en 1979, según sus organizadores, por una casualidad histórica tras la desaparición del Festival de Viña del Mar, Chile, tras el golpe militar del dictador Augusto Pinochet.
Entre los invitados de este año están el actor brasileño José Wilker y los británicos Ralph Finnes y Stephen Frears.
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