28 enero, 2007

Cubanos le dicen adiós a Josefina Méndez con ovaciones

27/01/2007 - 22:50
IBLNEWS, AGENCIAS

Con aplausos y vítores, artistas cubanos y aficionados a la danza dieron un último adiós a la destacada bailarina Josefina Méndez, quien falleció la víspera y fue sepultada el sábado.

Batiendo palmas durante cinco minutos entre lágrimas y con gritos de "¡bravo!", cientos de personas despidieron los restos mortales de la Méndez, una de las llamadas "Cuatro Joyas" del Ballet Nacional de Cuba (BNC), dirigido por la diva Alicia Alonso.

"Tuvo una personalidad muy carismática... es un honor para los cubanos", dijo a la AP, Miguel Cabrera historiador de la compañía al recordar el extenso repertorio de clásicos interpretados por esta mujer y la perfección técnica de su ejecución.

Cabrera aseguró haberla "visto crecer como artista" a lo largo de décadas.

"Fue una semilla de Alicia Alonso pero supo desarrollar un estilo propio, al igual que las otras tres joyas", agregó Cabrera, en alusión al cuarteto formado por la grandes bailarinas contemporáneas isleñas Loipa Araújo, Aurora Bosch, Mirta Plá y Méndez (las dos últimas fallecidas).

Nacida el 8 de marzo de 1941, tenía al morir 65 años de edad de los cuales dedicó 50 a la danza, donde llegó a ser una de las más destacadas discípulas de Fernando, Alberto y Alicia Alonso y por tanto cultora de la escuela de ballet cubano.

En su larga y exitosa carrera recibió galardones y ovaciones como las que la despidieron este sábado por la tarde, y una vez retirada de la escena se concentró en la formación de jóvenes bailarines, quienes puestos en fila a lo largo de las majestuosas escaleras del Gran Teatro Nacional de Cuba le rindieron tributo.

"Ella me inició en los clásicos", comentó Viensay Valdés, entre las más conocidas bailarinas de la nueva generación considerada una promesa del BNC.

Pese a sufrir un cáncer desde hace por lo menos cuatro años y tener varias operaciones, la Méndez no dejó de trabajar hasta sus últimos días siguiendo incluso a la compañía en giras internacionales.

En el teatro se dieron citas relevantes figuras de la cultura cubana como los escritores Antón Arrufat y Miguel Barnet y hasta monseñor Carlos Manuel de Céspedes, importante sacerdote y descendiente directo de un prócer patrio.

Una corona del flores del convaleciente presidente Fidel Castro también acompañó el féretro envuelto en tules blancos y flores; así como emotiva música de cámara en vivo tocada por una orquesta dirigida por Zenaida Romeu.

Unos metros más allá se instaló la mesa con un libro de condolencias firmado por cientos de admiradores de artista, familiares y sus amigos.

Le sobrevive su hijo Víctor Gilí, también bailarín de la compañía.

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