07 enero, 2007

Equipo cubano-norteamericano reconstruye con éxito casa de Hemingway

La Habana, 6 ene (PL) Un equipo de técnicos cubano-norteamericanos culminó hoy con éxito la reconstrucción de la Casa-Museo del Premio Nobel estadounidense Ernest Hemingway en La Habana, pese a los obstáculos impuestos por Estados Unidos.

En acto que se llevó a cabo en esa instalación, Manuel Palacios, presidente del Consejo del Patrimonio Cultural de Cuba, proclamó que la residencia del autor de El viejo y el mar (1952), ya estaba concluida triunfalmente.

"Desde 2004 se iniciaron los trabajos por parte del Consejo de Investigaciones Sociales de Estados Unidos y la parte cubana. El proyecto incluía la casa, el patrimonio documental, el yate El Pilar, la piscina, la torre y el bungalow, entre otras instalaciones", dijo.

Palacios agregó que los especialistas visitantes colaborarían con insumos, equipos, asesoría técnica y financiamiento, pero el gobierno del presidente George W. Bush boicoteó todo el proyecto.

Por tales razones -aseveró- Cuba debió emplear recursos para suplir esas faltas, cosa que el país ha hecho con gusto, porque la reconstrucción de la Casa-Museo de Ernest Hemingway está dentro de nuestras concepciones culturales y La Batalla de Ideas que libramos.

Palacios explicó, asimismo, que dos mil 905 documentos se digitalizaron para uso de los estudiosos y dos mil 600 fueron conservados.

Por su parte, el arquitecto cubano Enrique Hernández encomió el noble trabajo llevado a cabo por la parte norteamericana del equipo, y reveló que debió demolerse el 27 por ciento del techo del inmueble.

Explicó que la calidad de las obras es de primera y por esa razón la instalación, aunque nunca cerró totalmente, ya está abierta con su color de pintura original y completamente remozada.

"El yate El Pilar, con el que Hemingway pescaba agujas en la corriente de El Golfo de México y les daba caza a los submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, ya puede navegar", comentó con alegría.

Según la directora del museo, Ada Alfonso, La Finca Vigía, residencia del autor de Adiós a las armas, fue comprada por su tercera esposa Marta Hellhorn, en 1939, con el fin de alejar al autor de París era una Fiesta, del ambiente disipado de La Habana nocturna.

En esa morada lo visitaron Errol Flynn, Gary Cooper, Ava Gardner y Spencer Tracy, entre otros amigos de Hollywood.

Las piezas de caza se conservan en las paredes de las diferentes habitaciones, así como temas y motivos que aparecen reiteradamente en sus obras: la lucha entre la vida y la muerte o el triunfo de la victoria sobre la derrota, entre otros.

Asimismo, aparecen el impala y el beisa orix; o el gran kudú del comedor; el león y el leopardo que impresionan en su biblioteca, o el búfalo de su habitación personal y también cuarto de trabajo.

En el lugar hay más de nueve mil libros y en vida del escritor este mantuvo allí cuatro perros y 57 gatos.

Desde 1940 Hemingway vivió en esa residencia hasta su partida en 1960, cuando ya se encontraba muy enfermo.

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