24 enero, 2007

La FAO afirma que un tercio de la ayuda alimentaria mundial "nunca llega a los beneficiarios"

La agencia propone cambios en la gestión de la ayuda con motivo de la presentación del informe mundial de agricultura y alimentación

ROMA, 24 (EUROPA PRESS)

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) propuso hoy una serie de cambios significativos en la forma en que gestiona y distribuye la ayuda alimentaria internacional, entre ellos que se ponga fin a la práctica habitual de vincular esta ayuda a las condiciones específicas de los países donantes,

ya que un tercio del presupuesto mundial de este tipo de ayuda --cerca de 600 millones de dólares-- se gasta en los países donantes y "nunca llega a los beneficiarios" a causa de estas vinculaciones.

En la última edición de su informe anual 'El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA 2006)', la FAO pone especial énfasis en la importancia de que haya una gestión sólida de la ayuda alimentaria, la cual, afirma, debería ser en dinero en efectivo o cupones para alimentos, más que mediante envíos alimentarios "que pueden afectar a los productores y los mercados en los países receptores, y crear distorsiones en el comercio agrícola internacional".

La ayuda alimentaria internacional supone en la actualidad unos 10 millones de toneladas de alimentos al año para cerca de 200 millones de personas necesitadas, con un coste estimado total de 2.000 millones de dólares.

En la presentación del informe SOFA 2006, el director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló que "ninguna persona consciente puede negarse al imperativo moral de ayudar a las personas que no pueden alimentarse a sí mismas". No obstante, advirtió de que "en muchos casos la ayuda alimentaria es utilizada porque se trata del único recurso disponible y no porque sea la mejor solución al problema".

"Siempre que sea posible, es 'mejor enseñar y ayudar a la gente a pescar, en vez de darle el pescado'. A largo plazo, habría que focalizarse en medidas preventivas destinadas a incrementar la seguridad de la producción alimentaria y la productividad, en particular a través de inversiones en el control del agua e infraestructuras rurales y también a través del acceso a los insumos y al crédito", afirmó Diouf.

AYUDA VINCULADA

El SOFA destaca que hasta un 90 por ciento de toda la ayuda alimentaria está vinculada, de una u otra forma, a algunas condiciones específicas relativas a la adquisición, la elaboración y el transporte en los países donantes.

Aparte, la mayoría de las donaciones en efectivo están condicionadas a requisitos de adquisición y distribución que dificultan a las agencias encargadas de distribuir la ayuda a la hora de utilizar de la forma más eficaz estas donaciones y de garantizar que lleguen a la gente que más la necesita.

A nivel mundial, según el SOFA, se estima que estos requisitos vinculantes son responsables de una pérdida de eficiencia de un 30 por ciento de los recursos destinados a la ayuda alimentaria. Como consecuencia de ello, "un tercio del presupuesto mundial de este tipo de ayuda --cerca de 600 millones de dólares-- se gasta en los países donantes y nunca llega a los beneficiarios", afirma la FAO.

AYUDA EN CRISIS HUMANITARIAS

El SOFA 2006 admite que "no hay alternativa a la ayuda alimentaria a la hora de hacer frente a las crisis humanitarias, que en determinados casos implican situaciones de hambre crónica". "La ayuda alimentaria ha salvado sin duda las vidas de millones de personas y tiene otras valiosas funciones, tales como hacer posible que los niños continúen acudiendo a la escuela o complementar la dieta de las mujeres embarazadas", destaca la FAO.

A pesar de todo, "esta ayuda puede alterar los mercados locales y debilitar la capacidad de recuperación de los sistemas alimentarios locales", según el informe, en especial "cuando llega en el momento equivocado o está dirigida a la gente equivocada". Otro problema es que puede perjudicar a las exportaciones comerciales de los países donantes, uno de los mayores contenciosos en las actualmente bloqueadas negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda de Doha.

A diferencia de la ayuda en especie, "la transferencia de dinero en efectivo y los cupones para alimentos pueden estimular la producción local, fortalecer los sistemas alimentarios locales y a los beneficiarios en una forma que la ayuda alimentaria tradicional no es capaz de lograr", asegura el informe.

La ayuda alimentaria de emergencia supone en la actualidad entre la mitad y tres cuartos de toda la ayuda alimentaria, con 39 países receptores, según el informe. Durante las últimas dos décadas el número de emergencias humanitarias se ha doblado, desde 15 a 30 anuales, con especial incidencia en Africa, en donde se han triplicado.

El mayor receptor de ayuda alimentaria en años recientes ha sido Corea del Norte, que recibe de media al año el equivalente a 1,1 millones de toneladas de cereal, lo que supone más del 20 por ciento del suministro total de alimentos en el país asiático. En segundo y tercer puesto se encuentran respectivamente Etiopía y Bangladesh.

Cerca de la mitad de toda la ayuda alimentaria internacional es canalizada a través del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PAM), que ha realizado una importante labor para mejorar la gestión de estas ayudas durante los últimos 20 años.


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