09 enero, 2007

México busca "reconciliación"

Martes, 9 de enero de 2007 - 10:45 GMT  
 
Las relaciones con Cuba y Venezuela se vieron lesionadas durante el gobierno de Vicente Fox.

La ministra de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, dijo que su país busca normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela.

"Desde ahora estamos trabajando en intensificar el diálogo con esos dos países", afirmó la jefa de la diplomacia mexicana en conferencia de prensa, en la que aseguró que prefería no establecer plazos para lograr ese objetivo.

Según Espinosa, la normalización de relaciones con Caracas y La Habana es una de las prioridades del presidente Felipe Calderón.

De acuerdo con la canciller, la política exterior de México no se basará sólo en aspectos de tipo político, sino también en consideraciones económicas que sirvan de base para ampliar y atraer las inversiones.

"Estamos obligados -manifestó- a ampliar las relaciones comerciales con todos los países del mundo, máxime tratándose de naciones con las que nos identificamos históricamente, como es el caso que nos ocupa".

Disputas

Las relaciones de México con Venezuela y Cuba se vieron seriamente lesionadas durante el gobierno precedente de Vicente Fox.
 
La disputa surgió tras la Cumbre de las Américas en Mar de Plata.

Las disputas con Venezuela se intensificaron luego de la IV Cumbre de las Américas, desarrollada en Mar de Plata, Argentina.

Las diferencias entre Chávez y Fox con respecto a un tratado de Libre Comercio de las Américas (ALCA) llevó al intercambio de insultos y a la retirada de sus respectivos embajadores en Caracas y Ciudad de México.
 
En cuanto a las relaciones entre México y Cuba, éstas se comenzaron a tensar en 2002 cuando el presidente cubano, Fidel Castro, acusó a Fox de pedirle que abandonara la Cumbre de la ONU en Monterrey antes de la llegada de la delegación estadounidense.

Castro entregó a la prensa la grabación de una conversación telefónica "privada" suya con Fox, en la que éste último le pedía "no agredir a Estados Unidos" o al presidente George W. Bush y no mencionar la toma de la embajada mexicana en La Habana por parte de cubanos que querían abandonar el país.

Posteriormente, el gobierno mexicano rechazó las acusaciones cubanas de que fue "presionado" para que Cuba no participara de la Cumbre de Monterrey.

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