02 enero, 2007

Entrega de cohetes rusos a Irán preocupa a Washington

Moscú, 2 ene (PL) La entrega a Irán de más del 50 por ciento de los sistemas coheteriles antiaéreos TOR-M1 contratados a Rusia desde fines de 2005 fue recibida hoy con disgusto en Estados Unidos.

Una fuente del Ministerio de Defensa confirmó aquí que más de la mitad de los 30 complejos defensivos antiaéreos de fabricación rusa estaban ya en territorio de la república islámica.

Si firmamos un contrato de venta de armas es para cumplirlo, se trata de una cuestión de principios, afirmó el representante del sistema castrense del Kremlin, citado por ITAR-TASS.

El gobierno de Estados Unidos señala que la presencia de este armamento en Irán incrementará la inestabilidad en el Medio Oriente, mientras que su aliado por excelencia en la región, Israel, calificó esta transacción de puñalada por la espalda.

Informes del Congreso estadounidense reportan que Moscú supera a Washington en la venta de armas a países en vías de desarrollo desde 2005 debido a sus contratos con naciones emergentes como China, India, Vietnam e Irán.

La superpotencia trató también de torpedear infructuosamente la puesta en marcha a principios de 2007 de la central nucleoeléctrica de Busher, con reactores de fabricación rusa refrigerados con agua ligera a presión de 1000 megawats de potencia.

En las sanciones recientes del Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán debido a su programa de enriquecimiento de uranio, Moscú preservó la continuidad de esta obra construida por expertos rusos bajo control del Organismo Internacional de Energía Atómica.

Parte de la guerra sucia contra los negocios ruso-iraníes en medio de una intensa campaña adversa a Teherán son también las informaciones de trasnacionales de la comunicación sobre un supuesto traspaso a Irán de sistemas coheteriles rusos S-300 desde Belarus.

Esa técnica, capaz de derribar blancos de manera simultánea a alturas que van desde 20 metros hasta 45 kilómetros, los entregó Moscú a Minsk como parte del sistema único de defensa antiaérea y son intransferibles a terceros.

Al final de una reunión en Moscú con el jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, Jameson Jonson, el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, general Yuri Baluyevski, aclaró que Rusia se ajustará a las reglas del contrato de suministro a Teherán de los TOR-M1.

Estos misiles no tienen carácter estratégico, destacó el experto, y su destino será proteger objetivos estatales y militares en Isfajan, Buchara y el este del país, añadió jerarca militar.

El costo general del contrato asciende a mil 400 millones de dólares norteamericanos, considerada una gigantesca transacción bilateral.

Las condiciones de venta se cerraron el 5 de diciembre de 2005, en estricta correspondencia con la legislación de Rusia y las obligaciones internacionales del país, según confirmó el ministro de Defensa, Serguei Ivanov.

El sistema TOR-M1 representa un complejo coheteril-terrestre de defensa antiaérea a escala de un regimiento o una división.

Está dotado para proteger con efectividad un ataque coheteril, neutralizar bombas monitoreadas por control remoto, así como aviones, helicópteros y otros ingenios destinados al ataque aéreo.

La venta de estos medios a Irán ratifica la voluntad del Kremlin de no ceder ni un ápice en la reconquista de un mercado que constituye la segunda fuente de ingresos para la Federación rusa, después de los energéticos.

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