25 febrero, 2007

Alarmante aumento de la pobreza extrema en EEUU

TONY PUGH / McClatchy
WASHINGTON
El porcentaje de americanos que está viviendo en extrema pobreza ha alcanzado su punto más alto en 32 años, millones más se están acercando al límite de la pobreza y el abismo entre los que tienen y los que no tienen sigue ensanchándose.

Un análisis de los Periódicos McClatchy de las cifras del Censo del 2005, el último disponible, encontró que casi 16 millones de americanos están viviendo en extrema pobreza. Una familia de cuatro, con dos niños y un ingreso anual de menos de $9,903 --la mitad de la línea federal de la pobreza-- era considerada extremadamente pobre en el 2005. Lo mismo que sucedía con los individuos que ganaban menos de $5,080 al año.

El análisis de McClatchy encontró que el número de americanos extremadamente pobres creció 26 por ciento entre el 2000 y el 2005. Esto es 56 por ciento más de lo que creció la pobreza general de la población en el mismo período.

La revisión de McClatchy también descubrió aumentos estadísticamente significativos en el porcentaje de la población en extrema pobreza en 65 de 215 condados de EEUU con 250,000 personas o más, y aumentos similares en 28 estados.

La revisión también sugiere que el aumento de la extrema pobreza no está confinado a grandes condados urbanos sino que se extiende a las áreas rurales y suburbanas.

La situación de los extremadamente pobres es un preocupante resultado marginal de una insólita expansión económica. La productividad de los trabajadores ha aumentando sustancialmente desde la breve recesión del 2001 pero el aumento del empleo y los salarios se han quedado atrás.

Al mismo tiempo, la porción del ingreso nacional que va a las ganancias corporativas es enormemente mayor que la que va a los salarios. Eso ayuda a explicar por qué el ingreso mediano por hogar en las familias en edad laboral, ajustado para la inflación, ha estado bajando por cinco años consecutivos.

En 38 estados, incluyendo la Florida, los ingresos del quinto inferior de las familias creció más lentamente que los ingresos del quinto superior entre principios de los años 80 y principios de los años 2000, según un estudio del Centro de Prioridades Presupuestarias, una organización liberal de análisis.

Esos y otros factores han ayudado a empujar el 43 por ciento de los 37 millones de la nación a la extrema pobreza, la mayor proporción desde 1975.

La porción de americanos en extrema pobreza ha ido subiendo lenta pero progresivamente en las últimas tres décadas. Pero desde el 2000, el número de los extremadamente pobres ha crecido ''más que ningún otro segmento de la población'', según un reciente estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine.

''`Esto es exacamente opuesto a lo que pronosticamos cuando empezamos'', dijo el doctor Steven Woold de la Virginia Commonwealth University, coautor del estudio. ``No estamos viendo tanta pobreza moderada como una proporción de la población. Lo que estamos viendo es un gran crecimiento de la extrema pobreza''.

Alrededor de una de cada tres personas extremadamente pobres tiene menos de 17 años, y casi dos de cada tres son mujeres. Las familias con hijos pero sin padres representan una gran parte de los extremadamente pobres.

Casi dos de cada tres personas (10.3 millones) extremadamente pobres son blancos, pero los negros y los hispanos de cualquier raza (3.7 millones) representan partes desproporcionadas. Los negros tienen el triple de probabiildades que los blancos no hispanos de estar en la extrema pobreza, mientras que los hispanos tienen el doble de probabilidad.

Washington D.C, la capital de la nación, tiene una mauyor concentración de personas extremadamente pobres --10.8 por ciento de todos los residentes en el 2005-- que ninguno de los 50 estados.

A pocas millas del Capitolio de EEUU, John Treece, de 60 años, reflexiona sobre su vida en la extrema pobreza mientras sale de una cocina popular local con dos cartuchos de víveres gratuitos.

Afectado por la artritis, problemas en la espalda y otros achaques producto de años de trabajo manual, Treece no ha podido trabajar a tiempo completo desde hace 15 años. Ha tratado infructuosamente de conseguir beneficios de la Seguridad Social que, según dice, disputa sus lesiones e historial laboral.

El año pasado, un individuo extremadamente pobre ganaban $5,244 anuales o menos, según las orientaciones federales. Treece dijo haber ganado más o menos esa cantidad el año pasado haciendo diversos trabajos.

Treece vive al día en un cuarto de $450 mensuales en una casa de apartamentos en un barrio de alta delincuencia. Gracias a los sellos de alimentos, las cocinas populares y la ayuda de los parientes, Treece dice nunca quedarse con hambre. Pero no es fácil conseguir pasta de dientes, jabón, papel sanitario y otros artículos que requieren dinero en efectivo.

''Algunas veces uno piensa en hacer algo malo, usted sabe'', dijo Treece, refiriéndose a la delincuencia. ``Pero ya no soy un muchacho. No puedo cumplir tiempo en la cárcel''.

La extrema pobreza es peor cerca de la frontera mexicana y en algunas áreas del Sur, donde 6.5 millones de residentes extremadamente pobres están luchando por encontrar trabajo mientras desaparecen los empleos en las industrias textiles, de ropa y de fabricación de muebles. Areas del medio Oeste y Noreste también han sido duramente golpeadas en lo que la reestructuración económica y la competencia extranjera han obligado a cerrar numerosas fábricas.

Al mismo tiempo, inmigrantes de baja calificación y con familias se ven cada vez más atraídos para trabajar en las industrias del empaquetamiento de carne, procesamiento de alimentos y la agricultura.

''Lo que parece estar ocurriendo es que, a largo plazo, hay una subclase permanente que no está siendo impactada por las políticas antipobreza'', dijo Michael Tanner, director de Estudios sobre Bienestar Social y Salud en el Instituto Cato, una organización libertaria de análisis.

Arloc Sherman, un investigador del Centro de Prioridades Presupuestarias, no está de acuerdo. ''No parece una creciente subclase permanente'', dijo Sherman, cuya organización ha seguido el crecimiento de la extrema pobreza. ''Lo que muestra la información es un número creciente de madres solteras con hijos que pierden sus empleos y no son asimiladas por la red de seguridad''. Alrededor de 1.1 millón de esas familias representan aproximadamente 2.1 millones de niños extremadamente pobres, dijo Sherman.

En lo que más americanos caen en la extrema pobreza, más individuos y familias viviendo con $8,000 por encima o por debajo de la línea de la pobreza también están viendo una disminución de sus ingresos. Steven Woolf, de la Virginia Commonwealth University, atribuye esto a lo que él llama ''un efecto de sumidero'' en el ingreso.

''De la misma forma en que un sumidero hace que todo lo que esté arriba se colapse, las familias y los individuos de las clases medias y superiores parecen estar migrando hacia secciones de menos ingresos que los aproximan al umbral de la pobreza'', escribió Woolf en el estudio.

La Encuesta sobre Ingresos de la Oficina del Censo muestra que, en un mes dado, sólo 10 por ciento de los extremadamente pobres recibió Asistencia Temporal para Familias Necesitadas en el 2003 --el último año disponible-- y que sólo 36 por ciento recibía sellos de alimentos.

Muchos pueden haber perdido su elegibilidad para bienestar social o haber decidido que los nuevos requerimientos de la reforma del bienestar social eran demasiado onerosos. Pero los bajos índices de participación son preocupantes porque subproductos de la pobreza como mayores índices de violencia y delincuencia, mala salud y problemas educacionales son peores entre los que están en la extrema pobreza.

En las últimas dos décadas, Estados Unidos ha tenido los mayores o casi mayores índices de pobreza entre adultos, familias y niños entre 31 países desarrollados, según el Luxemburg Income Study, un proyecto de 23 años que compara cifras de ingresos y pobreza.

''Es una vergüenza'', dijo Timothy Smeeding, antiguo director del estudio y el actual jefe del Center for Policy Research en la Universidad de Syracuse. ``Hemos sido los peores desde que estamos haciendo el estudio''.

Robert Rector, un investigador de la Heritage Foundation, una organización conservadora de análisis, cuestionó el crecimiento de la extrema pobreza diciendo que los datos del censo se hacían menos exactos mientras más se descendía por la escalera de los ingresos. Señaló que muchas personas pobres, particularmente madres solteras con amantes, no reportaban sus verdaderos ingresos al no incluir préstamos y regalos de efectivo. Rector dijo no haber visto ninguna información que sugiera un aumento de las privaciones entre los muy pobres.

Pero Sherman, el investigador del liberal Centro de Prioridades Presupuestarias, alega que el crecimiento de los extremadamente pobres es un hecho indiscutible.

''Comparar los programas de beneficios con los expedientes administrativos del gobierno confirma que esta tendencia es real'', afirmó.

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