08 febrero, 2007

Alertan de un posible ataque terrorista con las "armas más sofisticadas del mundo"

El estudio recomienda a los gobiernos una estrategia antiterrorista que tenga en cuenta las amenazas que plantean los distintos tipos de armas

EFE
Londres
Un nuevo estudio británico alerta de la posible utilización por parte de grupos terroristas con fuertes recursos de armas químicas, biológicas o nucleares más sofisticadas para causar el máximo daño. El estudio, publicado por el instituto británico de relaciones internacionales, conocido como Chatham House, recomienda a los gobiernos una estrategia antiterrorista que tenga en cuenta las amenazas que plantean los distintos tipos de armas.

La preocupación ante posibles ataques podría hacer que los gobernantes fijasen su atención casi exclusivamente en un tipo de amenaza, relegando a un segundo plano el resto, algo peligroso porque los terroristas podrían utilizar otros medios y elegir blancos distintos, señalan los autores.

Aunque éstos reconocen que un ataque terrorista con armas de destrucción masiva es "una posibilidad remota", sus efectos serían "devastadores y no se deben descartar por considerarse que su posibilidad es demasiado lejana como para ser tenida en cuenta".

"Las armas químicas, biológicas o radiológicas más básicas, e incluso algún ingenio nuclear improvisado, podrían resultar tentadores" para un grupo terrorista, señala el informe.

�ste aboga por considerar las distintas armas de destrucción masiva como parte de un "sistema" a disposición de toda suerte de grupos terroristas, "desde los mayores a los más pequeños, desde los prácticamente improvisados hasta los más organizados, desde los más pobres hasta los mejor financiados".

Según sus autores, es importante que los gobiernos se enfrenten a lo que califica como "un sentido desmoralizador de indefensión" procurando que la comprensión de los ciudadanos sea "proporcional a la amenaza, lo mismo antes que después de un ataque" terrorista.

El informe de Chatham House explica detalladamente lo que son los distintos tipos de armas de destrucción masiva, lo que un grupo terrorista podría hacer con ellas y analiza la gravedad del peligro de su eventual utilización.

Así, con respecto a las armas químicas, que algunos han calificado como "el arma atómica del pobre", el informe señala que si bien sería difícil su producción a gran escala, resultaría fácil esconder y transportar armas pequeñas de ese tipo para un grupo terrorista bien organizado además de bien financiado.

La vulnerabilidad de los ciudadanos a las armas químicas de consecuencias letales, en especial los agentes nerviosos como el gas sarín, es evidente desde los ataques terroristas de mediados de los años noventa en Tokio.

La posibilidad de que un ataque a pequeña escala en el que se utilizasen ese tipo de armas suscitase una desproporcionada reacción de pánico entre la población podrían considerarla algunos grupos terroristas como algo que merecería le pena y compensaría las dificultades, los peligros y el costo de su fabricación.

Las armas biológicas, que emplean microorganismos y toxinas, resultan más fáciles de adquirir y fabricar que las nucleares, señala también el estudio, según el cual este tipo de armas tendrían mayor impacto en la conciencia pública y política que las químicas, por lo que muchos consideran que podrían convertirse en las favoritas de los terroristas.

Las armas radiológicas, que diseminarían material radiactivo por una amplia zona utilizando algún ingenio explosivo, la llamada "bomba sucia", y que utilizarían material radiactivo procedente de la industria, los hospitales o los laboratorios de investigación, tendrían consecuencias políticas y económicas graves, pero el efecto inmediato de un ataque de ese tipo sería limitado, según algunos.

Pese a ello, un ataque radiológico provocaría el pánico y la posibilidad de contaminación radiológica causaría ansiedad generalizada, señala el informe, según el cual si bien la construcción y el manejo de un arma de ese tipo presentaría riesgos para los terroristas, los desafíos técnicos no serían insuperables.

El informe menciona por último la posibilidad de un ataque nuclear, bien mediante la utilización de una bomba de ese tipo comprada o fabricada por los terroristas, bien mediante el ataque a una central nuclear con medios convencionales como el impacto de un misil.

Los efectos de un ataque de ese tipo son bien conocidos: un elevado número de muertes y la devastación de áreas enteras, además de la destrucción de los sistemas de comunicaciones por el pulso electromagnético.

Es de temer, dicen los autores, que grupos o individuos terroristas, animados por una visión religiosa o apocalíptica, piensen en la posibilidad de utilizar un arma nuclear por el impacto "masivo y fuertemente simbólico" y la espectacularidad que tendría un ataque de ese tipo.

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