El presidente ruso, Vladimir Putin, trajo este sábado a la Conferencia de Seguridad de Múnich los fantasmas de la Guerra Fría con un discurso repleto de críticas a Estados Unidos y a la ampliación de la OTAN al este de Europa.
Putin acusó a Washington de querer imponer un mundo "unipolar", de llevar a cabo acciones unilaterales al margen de la legalidad internacional y de planear una "militarización" del espacio que tendría consecuencias y acciones contrarias a la no proliferación.
El presidente ruso, cuyo lenguaje contrastó con las medidas palabras elegidas por la canciller alemana, Angela Merkel, al hablar de las amenazas del mundo y de su visión sobre cómo afrontarlas, se refirió luego a la OTAN, una "organización que se olvidó de que su naturaleza no es universal".
"La OTAN es una organización político y militar que refuerza su presencia en nuestras fronteras", denunció Putin y añadió que nadie le ha explicado aún ante qué amenaza se prepara allí la Alianza.
"Decepción" desde la OTAN
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, declaró tras el discurso de Putin sentirse "muy decepcionado" y lamentó que el presidente ruso tenga una imagen tan errónea de la organización.
"Nadie debería sentirse amenazado con la proximidad a sus fronteras del multilateralismo y la democracia", subrayó Hoop Scheffer, quien dijo sentirse mucho más cercano a la visión del mundo que describió Merkel en su discurso al de Putin.
La canciller hizo un repaso de los conflictos regionales en curso y destacó la importancia de la cooperación internacional en la búsqueda de soluciones, una estrategia mancomunada que a su juicio será "esencial" para hacer frente a la gran amenaza de los próximos años, la del cambio climático.
"Ningún país podrá resolver solo las consecuencias del cambio climático, que serán devastadoras", señaló la canciller, para quien "si hay una amenaza a la que debemos reaccionar unidos es la del cambio climático".
"Estamos ante una amenaza global que requiere una respuesta global porque nadie podrá escapar a ella", reiteró.
Recordó que la Unión Europea (UE) es responsable del 15% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo (CO2), muy por detrás de Estados Unidos pero, hasta ahora, más comprometida en la protección del medioambiente.
Varias voces, una "amenaza" para la paz
Merkel destacó asimismo la importancia de hablar con una sola voz en asuntos que igualmente constituyen una "amenaza" para la paz y la estabilidad, como Irán y Oriente Medio.
La canciller alabó el acuerdo logrado por los líderes palestinos en La Meca, que permitirá el establecimiento de un gobierno de unidad nacional, pero se dijo a la espera de que ese nuevo Ejecutivo "de el paso necesario para la reanudación del diálogo de paz".
"En Meca se ha dado un paso en la dirección adecuada, pero no es suficiente. Esperamos una renuncia explícita a la violencia, el reconocimiento del Estado de Israel y el respeto a los acuerdos israelí-palestinos previos", señaló.
Respecto a Irán, Merkel afirmó que la pelota está en el campo de Teherán y recordó a las autoridades de ese país que "la comunidad internacional no aceptará trucos", sino "una cooperación basada en la transparencia y la confianza mutuas".
El negociador iraní para la cuestión nuclear, Ali Lariyani, se sumó este sábado a la Conferencia para hablar, este domingo, de la situación en Oriente Medio y mantener encuentros bilaterales con "líderes europeos", entre ellos el Alto Representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana.
La portavoz de Solana, Cristina Gallach, adelantó que se trata de un encuentro del que no cabe esperar resultados pues "no hay nada de negociar".
Irán, otra arma arrojadiza de Putin
El conflicto con Irán fue utilizado asimismo por Putin como arma arrojadiza contra Estados Unidos, un país, dijo que no sólo ha prestado ayuda militar a ese país, sino que lo sigue haciendo a través de la venta de componentes de los aviones F-14.
"La cooperación militar entre Rusia e Irán fue mínima y es mínima", dijo Putin, que pidió paciencia y sensatez en el caso iraní, aunque no dio muestras de que Moscú abandonará el camino recorrido hasta el Consejo de Seguridad.
Menos paciente se mostraron los delegados en el caso de Afganistán y ante los conflictos emergentes en Africa, especialmente en Sudán y Somalia, donde la actuación de China fue calificada de "preocupante" por la canciller alemana.
"Si hablamos de crisis global la respuesta ha de ser global, es decir, única", dijo Merkel, una apreciación que hizo suya el secretario general de la OTAN pese a que la organización, recordó, "no es la policía del mundo".
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