24 febrero, 2007

La BBC revela un plan de EE UU para bombardear instalaciones nucleares y militares de Irán

Expertos de Londres advierten de las catastróficas consecuencias del ataque La operación podría precipitarse por un atentado contra americanos en Irak

ÍÑIGO GURRUCHAGA AGENCIAS/CORRESPONSAL. LONDRES MOSCÚ

Un programa informativo de la BBC reveló en la noche del lunes un supuesto plan estadounidense para atacar a Irán, que incluiría no sólo sus instalaciones nucleares sino también la mayor parte de su infraestructura militar. Según el corresponsal de la radiotelevisión pública británica para asuntos de seguridad en Oriente Próximo, Frank Gardner, la operación debería ser ordenada por el propio presidente, George W. Bush, y entre sus objetivos se encuentran bases aéreas y navales, instalaciones de misiles y centros de mando y control.

La información, atribuidas a fuentes diplomáticas, salió a la luz pública en la víspera del cumplimiento del plazo dado por el Consejo de la Seguridad de Naciones Unidas para que el régimen teocrático de Teherán suspenda su proyecto de enriquecimiento de uranio. La resolución señala la posibilidad de que se adopten sanciones económicas contra la república islámica en caso de incumplimiento de las demandas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), pero no plantea aún sanciones militares.

La BBC no detalla si se trata de un plan diseñado para un eventual futuro o como algo que tenga algún grado de inminencia. La noticia sostiene que, según sus fuentes diplomáticas, oficiales del Mando Central en Florida han seleccionado ya los objetivos de ese supuesto plan, que incluyen asimismo la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, así como instalaciones atómicas en Isfahán, Arak y Busher.

Según la cadena pública británica, el detonante de ese ataque podría ser la confirmación de que Irán ha comenzado a desarrollar una bomba nuclear, algo que Teherán, sin embargo, ha negado insistentemente. Pero Estados Unidos podría decidirse también a lanzar una ofensiva contra Irán en el caso de que sus propias fuerzas militares en Irak fuesen a su vez objeto de un ataque con un alto número de víctimas y que pudiese atribuirse su autoría directa al régimen de los ayatolás, según el análisis británico.

En la eventual operación participarían bombarderos B2, que arrojarían bombas capaces de perforar el depósito nuclear de Natanz, construido a una profundidad de unos veinticinco metros y protegido por capas de hormigón.

Una pieza más

A comienzos de mes, el Gobierno de Estados Unidos afirmó tener pruebas de que Irán suministra armas a las milicias chiíes que actúan en Irak, acusaciones rechazadas por el presidente persa, Mahmud Ahmadineyad, según el cual son sólo «excusas» para que las tropas norteamericanas mantengan la ocupación.

Los expertos británicos consultados por la BBC advierten de consecuencias catastróficas de un posible ataque a Irán. Según Richard Dalton, ex embajador de Londres en Teherán, un eventual bombardeo estadounidense podría tener un efecto bumerán y convencería al Gobierno de Teherán de que su salvación sería dotarse a largo plazo de un arsenal nuclear.

Hasta el momento, la Administración Bush ha negado la existencia de planes para atacar Irán y siempre subraya que su estrategia se despliega a través de la vía diplomática. El plan militar se presenta como una alternativa en el caso de que la presión internacional no surta el efecto deseado.

El periodista responsable de la información es Frank Gardner, un experto en la diplomacia de Oriente Próximo. Hace tres años, recibió varios disparos cuando elaboraba en Riad un documental sobre las tensiones entre partidarios del Gobierno y de Al-Qaida en Arabia Saudí. En el ataque falleció el cámara Simon Cumbers. Las secuelas obligan a Gardner a moverse en silla de ruedas. La filtración a la BBC de las líneas genéricas de un plan de ataque a Irak puede achacarse a la voluntad de sumar esa pieza, la de una amenaza militar ya avanzada en su diseño, a la vía política. Una delegación iraní viajará a Moscú para solventar los retrasos que han obligado a posponer la entrada en funcionamiento de la central nuclear iraní de Bushehr, que construyen ingenieros rusos a orillas el Golfo Pérsico.

«Esperamos con impaciencia la llegada de la delegación iraní con propuestas para resolver esta difícil situación», anunció ayer Vladímir Pavlov, director del proyecto de edificación de la central atómica, a cargo de la empresa estatal rusa Atomstroyexport.

Pavlov confirmó que «la parte iraní incumple los pagos desde mediados de enero pasado», según la agencia oficial rusa Itar-Tass. «Este asunto, al igual que el déficit de financiación para la construcción de la planta, exige una urgente discusión y la toma de decisiones concretas lo más pronto posible», subrayó.

El representante de Atomstroyexport también aludió a «otro factor objetivo: la dificultad de hacer pedidos en terceros países de equipos de refrigeración para el sistema de seguridad de la central». Pavlov vinculó este problema con la crisis nuclear iraní, que ha ahuyentado a posibles clientes de Teherán.

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