24 febrero, 2007

Canadá, centro de piratería de películas de Hollywood

18/02/2007 - 14:59
IBLNEWS, AGENCIAS


Canadá, centro de piratería de películas de Hollywood

La piratería de películas está en expansión en Canadá, desde donde se alimentan los mercados internacionales y se daña a los grandes estudios de Hollywood, que contabilizan sus pérdidas por millones.

China y Rusia son los que generan "más problemas a los derechos de autor", pero "el problema de la copia no autorizada de películas ('camcording') en los cines en Canadá alcanza niveles críticos".

Así lo afirma esta semana la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual (IIPA), un poderoso grupo de presión financiado por la industria para proteger los derechos de propiedad intelectual, en una carta enviada a la representante estadounidense de Comercio, Susan Schwab.

La Alianza, que acusa Canadá de no proteger los derechos de autor, pide a las autoridades de Estados Unidos poner al país vecino en la "lista de vigilancia prioritaria" de los países que se hallan en falta en ese campo, junto a China, Rusia e India.

"En 2005 considerábamos que cerca del 20% de las películas pirateadas en el mercado mundial provenían de Canadá, y un buen porcentaje de Montreal", estimó Serge Corriveau, investigador para la Asociación Canadiense de los Distribuidores de Películas, representante de los grandes estudios hollywoodenses.

Estos calculan en más de 6.100 millones de dólares las pérdidas que sufren anualmente debido a la piratería de sus películas en todo el mundo.

Los llamados 'blockbusters' (filmes de elevada inversión y gran éxito) atraen siempre a los piratas, pero en el curso de los últimos años fueron copiadas más de 200 películas en Canadá, que luego se hallaron en 45 países, aseguró Corriveau.

La industria denuncia la laxitud de las leyes canadienses en materia de lucha contra la piratería. El acto de filmar dentro de un cine es un delito en varios Estados norteamericanos, pero no en Canadá.

Una persona sorprendida en un cine puede ser expulsada y denunciada por el propietario de la sala, el distribuidor o el estudio, pero para que las acusaciones penales tengan éxito la policía debe probar que tenía la intención de distribuir la película.

"Para probar la intención se necesitan más pruebas. No se trata de ver filmar a alguien en un cine, hay que acumular pruebas con el fin de lograr una orden de allanamiento, por ejemplo, para ir a registrar en su ordenador. Esto no es fácil", explicó Helaine Lavergne, portavoz de la Gendarmería Real de Canadá (GRC).

Ante esta situación, son los propietarios de las salas los que deben tomar medidas, a veces no muy populares.

En ocasión de los estrenos en Montreal, considerada por la industria como la "capital canadiense de la piratería", ciertos cines ubican detectores de metal en la entrada con el fin de desanimar a los piratas. La dirección de una cadena de 'megacines' ha prohibido la entrada a presuntos piratas.

Y si Hollywood pierde mucho dinero en esta historia, no son los adeptos a la piratería los que hacen fortuna. "Hay tanta gente que lo hace en nuestros días. No es verdad que los piratas ganan con esto (...). Hacemos esto por placer, para ver las películas en nuestra casa. Lo hacemos un poco para molestar a los estudios estadounidenses. No son dignos de compasión, no carecen de dinero", se jactaban recientemente dos piratas autodeclarados en un periódico de Montreal.

No hay comentarios.: