VOL. 1. No. 469.
Una nueva investigación revela que el factor clave que limita el tamaño de la población de una especie de pez bajo la tensión provocada por el calor, es una deficiente captación de oxígeno acompañada de un suministro también pobre de ese elemento vital a los tejidos.
El cambio climático global en curso causa cambios en la composición de especies de los ecosistemas marinos, especialmente en las costas oceánicas poco profundas. Esto se aplica también a las poblaciones de peces. Los estudios previos, que demostraban un vínculo entre el calentamiento global y la merma de la cantidad de peces, estaban basados enteramente en datos estadísticos. Sin embargo, para estimar los futuros cambios, es esencial desarrollar un conocimiento más profundo del efecto de la temperatura del agua en la biología de los organismos investigados.
Un equipo de científicos del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina en Bremerhaven, investigó la relación entre la temperatura del agua en cada estación del año y la densidad demográfica, usando el Zoarces viviparus, una especie de pez de la zona meridional del Mar del Norte. La meta del estudio era identificar in situ los procesos fisiológicos que exhiben la respuesta más inmediata al calentamiento.
Comparando datos ecológicos de campo con las investigaciones de laboratorio sobre la fisiología del Zoarces viviparus, los autores han logrado demostrar, por primera vez, un vínculo directo entre la limitación de oxígeno, dependiente de la temperatura, que sufren los Zoarces viviparus, y los cambios en su densidad de población inducidos por el calentamiento.
Durante la evolución, los animales se han especializado en determinadas condiciones ambientales, y presentan a menudo serias limitaciones en su tolerancia al cambio medioambiental. En este contexto, las especies del Mar del Norte, que experimentan grandes fluctuaciones estacionales de temperatura, tienen mayor tolerancia a temperaturas más altas y exhiben ventanas térmicas más amplias que, por ejemplo, los peces de regiones polares que viven en bajas temperaturas siempre constantes. Éstos últimos pueden crecer y reproducirse sólo dentro de una ventana de tolerancia térmica muy estrecha.
Los análisis efectuados en el Instituto Alfred Wegener demuestran la importancia capital que la captación y distribución de oxígeno, a través de la respiración y la circulación de la sangre, tienen en fijar la ventana de tolerancia térmica de los animales, ya que estos procesos están optimizados para una única y estrecha ventana de temperatura. Con el aumento de temperatura, el suministro de oxígeno al organismo es lo primero en deteriorarse, seguido por otras respuestas bioquímicas. Finalmente, el suministro de oxígeno falla por completo y el organismo fallece.
Los resultados de este estudio representan un importante paso hacia la meta de desentrañar con todo detalle los mecanismos involucrados en las alteraciones inducidas por el clima en ecosistemas marinos.
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