29 septiembre, 2006

Las escuchas telefónicas y el espionaje electrónico sin orden judicial serán legales


La Cámara de Representantes aprueba un programa que permite al Gobierno revisar los correos electrónicos entre estadounidenses y extranjeros
Agencias, Washington
La Cámara de Representantes aprobó el jueves el programa de espionaje doméstico impulsado por el presidente George W. Bush que prevé realizar escuchas telefónicas y revisar correos electrónicos sin necesidad de una orden judicial.

El proyecto de ley da luz verde al presidente para verificar correos electrónicos entre estadounidenses y ciudadanos de otros países.

Mientras se libra una batalla judicial acerca de la legalidad del programa, la Cámara, controlada por los compañeros republicanos de Bush, aprobó la medida en una votación ampliamente partidista de 232 a favor y 191 en contra, y la envió al Senado para la revisión necesaria.

Pero pese a los esfuerzos de los republicanos para que Bush pueda firmar una versión final de la ley antes de que los congresistas hagan una pausa en sus sesiones -para iniciar sus campañas de cara a las elecciones del 7 de noviembre-, el Senado no ha sido capaz de llegar a un acuerdo sobre dicha legislación.

Mientras ambos partidos discuten sobre cuál es capaz de dar mayor protección al país, la ley subraya cuándo y cómo un presidente puede ordenar vigilancia sin orden judicial.

Al mandatario se le permitirá hacer eso, por ejemplo, tras un "ataque armado" o cuando éste crea que hay una "amenaza inminente".

Más poderes presidenciales

Quienes apoyan la medida dicen que se aumentaría la supervisión del Congreso y se protegerían las libertades civiles. Los críticos sostienen que expandiría los poderes presidenciales y amenazaría aún más los derechos de los estadounidenses que respetan la ley.

Los republicanos planean utilizar el proyecto de ley en sus campañas contra los demócratas. El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, John Boehner, recibió una primera crítica después de que 177 demócratas votaran no -solo 18 de ellos se unieron a los 214 republicanos que votaron por el sí-.

Poco después de los ataques del 11 de septiembre, Bush ordenó secretamente a la Agencia de Seguridad Nacional vigilar las conversaciones de teléfono internacionales y los correos electrónicos de ciudadanos estadounidenses sin necesidad de órdenes judiciales mientras se esté en la búsqueda de supuestos terroristas.

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