El ex subsecretario de Estado de EEUU, Richard Armitage, reconoció que fue él quien filtró a la prensa, hace tres años, que la esposa de un diplomático de carrera crítico con la invasión de Irak era agente de la CIA.
En sendas entrevistas, una publicada hoy en el New York Times y otra transmitida anoche por la cadena de televisión CBS, Armitage lamentó haber divulgado, "por error", que Valerie Plame, esposa del ex embajador Joseph Wilson, trabajaba para la CIA.
Armitage insistió en que no se daba cuenta de que Plame era una agente secreta cuando dijo, ante una pregunta del conocido reportero, columnista y comentarista de televisión Robert Novak, que "la señora de Wilson" trabajaba para la CIA.
También había mencionado "de paso" que Plame era empleada de la CIA en una conversación con el subdirector del Washington Post, Bob Woodward, dijo Armitage.
Puesto que es ilegal identificar a los agentes de la CIA, tras la publicación de la información sobre Plame, en julio de 2003, el FBI abrió una investigación, a petición de la CIA, y se designó a Patrick J. Fitzgerald como fiscal especial para el caso.
Armitage resaltó que al darse cuenta de su indiscreción, informó al respecto no sólo a su superior inmediato, el entonces secretario de Estado Colin Powell, sino también al FBI y a Fitzpatrick.
"Cometí un error sin querer, pero en todo caso un error", dijo al New York Times. "Me sentía muy mal".
Ante las cámaras de la CBS afirmó que pesa sobre su conciencia el hecho de que "decepcioné al Presidente, al secretario de Estado, a mi departamento y mi familia y también al señor y la señora Wilson".
Joseph Wilson y Valerie Plame interpretaron la filtración como una represalia contra el diplomático por haber denunciado en la prensa que era falsa la afirmación del presidente George W. Bush ante el Congreso, en enero de 2003, de que había indicios de que el régimen de Saddam Hussein había intentado comprar uranio a Níger con el fin de fabricar bombas nucleares.
Wilson había sido enviado a Níger en 2002 precisamente para comprobar esta información y había informado de que carecía de fundamento.
Aun así, el supuesto interés de Hussein en el uranio de Níger fue esgrimido por Bush en su discurso sobre el estado de la Unión, dos meses antes de la invasión de Irak, como un motivo más para tomar medidas de fuerza contra el régimen baazista.
Fitzgerald consiguió que un gran jurado encausara al jefe del gabinete del vicepresidente Dick Cheney, Lewis Libby, por perjurio e interferencia en la justicia.
Armitage dijo que no había hecho pública su autoría de la filtración antes porque Fitzgerald le había pedido que guardara silencio, hasta el martes pasado.
Entonces el fiscal especial le autorizó a hablar con la prensa, después de que el semanario Newsweek ya le había identificado como la fuente de Novak.
EFE
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