28 septiembre, 2006

Sondeo reveló que transformación cultural chilena va a "paso de hormiga"

 
El Estudio Mundial de Valores apunta que desde 1990 hasta ahora la sociedad nacional avanza económicamente, a pesar de lo que sigue siendo muy conservadora.

Salud y educación

La transformación cultural chilena va a "paso de hormiga" y harán falta 30 años para que el país tenga una sociedad que se pueda considerar como moderna, según el Estudia Mundial de Valores realizado por la consultora MORI.

El sondeo, que data de 1981 y fue aplicado por primera vez en Chile en 1990, encuestó a 1.000 personas de entre 18 y 80 años de edad, de ambos sexos, de las ciudades con más de 40.000 habitantes entre las regiones Primera y Décima.

De acuerdo a MORI, los datos de 2006 apuntan a que Chile vuelve a avanzar en la diagonal hacia mayores niveles de bienestar y mayores niveles de racionalidad, pero a una velocidad "muy lenta".

"Este estudio confirma que Chile se transforma culturalmente a pasos de hormiga, mientras su transformación económica va a pasos considerablemente más rápidos", apuntó la firma.

Incluso, "a la velocidad que han cambiado los valores en la última década, Chile necesita al menos tres décadas para llegar a tener los valores que hoy se identifican con una sociedad moderna".

"El desfase entre el desarrollo económico y el cultural es lo que marca la evolución de Chile, que necesita ponerse al día en su transformación cultural, alcanzar la misma velocidad de cambio que la evolución de la economía, para alcanzar el desarrollo", añadió MORI.

El aborto será aceptable en unos 30 años 

Entre los valores que mide el sondeo, está la tolerancia o justificación de ciertas acciones o aspectos de la personalidad. Comparado con 1990, por ejemplo, el divorcio aumenta su justificación de 3.5 a seis, en una escala de uno a 10.

En tanto, la justificación de la homosexualidad aumenta dos veces y media desde 1990, de 1,8 a 4,9.

La eutanasia, por su parte, incrementa su tolerancia de 2,7 a 3,8, al igual que la prostitución (de 1,8 a 3,5), el aborto (1,8 a 2,6) y el suicidio (de 1,7 a 2,3).

Golpear a la mujer es el comportamiento más repudiado, con un promedio de 1,4 en su primera medición en el estudio.

MORI destacó que "el cambio valórico es enorme si se mira desde la perspectiva que se acabaron los vetos completamente en todos estos ámbitos, pasamos de una sociedad llena de tabúes en estos temas a una sociedad en que se toleran unos y se empieza a conversar los otros".

Sin embargo, este avance "es lento y pequeño si se compara con la velocidad de cambio que han sufrido otras sociedades en este mismo período de tiempo, la sociedad chilena cambia sus valores muy lentamente, aumentando su tolerancia lentamente hacia la diversidad valórica de los otros".

De acuerdo a MORI, a esta velocidad de cambio se puede proyectar que se requieren 30 años para alcanzar una justificación media del aborto, por ejemplo, como lo tiene hoy la homosexualidad.

Por lo tanto, concluye MORI, "en 60 años es previsible que haya consenso sobre la justificación del aborto en Chile".

Pese a esto, Marta Lagos, directora de MORI, señaló que una normativa al respecto no es tan lejana. En Chile, indicó, hay cambios fuertes en "los valores de la cintura para abajo", por o que "es muy probable que de a 10, 15 años, tengamos una ley de aborto, se regule la prostitución".

La familia sigue siendo lo más importante 

Sobre los valores e instituciones más importantes para los chilenos, el estudio apunta en su ranking como número uno a la la familia, que aumenta de 85 a 90 por ciento entre 1990 y 2006.

La sigue el trabajo, con 62 por ciento; el tiempo libre, con 47 por ciento y la religión, que con 40 por ciento disminuye drásticamente del 51 por ciento de 1990.

"Eso significa que ha habido un cambio sustantivo, lo que se llama el proceso de secularización de la sociedad, donde la religión disminuye en importancia y aumentan los valores de la autoexpresión", explicó Lagos.

La política, en tanto, es el aspecto con menos importancia analizado y sigue diminuyendo cada vez más. En 1990 alcanzaba un 14 por ciento y en 2006 sólo llega al seis.

Identidad nacional: sólo la mitad iría a la guerra 

MORI define la identidad nacional en parte por la disposición a defender lo que pertenece a esa identidad, ítem que cae del 83 por ciento de 1990 a sólo el 53 por ciento actual.

En tanto, el 27 por ciento de los chilenos se definen como mestizos y el 61 se autoclasifica como blancos. Sólo el seis por ciento se clasifica como indígena.

Salud y educación 

En materia de salud, entre 1990 y 2006 se observa un mejoramiento en la percepción de los chilenos, pues se pasa de un estado positivo (muy bueno y bueno) de 54 a 62 por ciento.

Entre los encuestados existe consenso en que es la pobreza el principal problema que aqueja tanto al mundo (67 por ciento) como a nuestro país (69 por ciento). Luego se sitúa la educación inadecuada, siendo un problema mucho más importante en Chile (14 por ciento) que en el resto del mundo (siete por ciento).

La muestra tiene un margen de error de tres por ciento y representa al 70 por ciento de la población y fue aplicada entre el 14 y el 24 de julio de 2006. (Cooperativa.cl)

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