02 febrero, 2007

Obispos fustigaron duramente decisión del Gobierno sobre la "píldora"

El presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, señaló que al medida que permite repartir el fármaco es "unilateral" y fue adoptada "sin escuchar una parte importante" del país.

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, salió al paso del decreto presidencial que permitirá la distribución de la "píldora del día después", hecho que calificó como una "decisión basada en una visión parcial del hombre y de la sociedad".

El sacerdote expresó el malestar de la Iglesia Católica por la medida y señaló que la normativa, que ya cuenta con el visto bueno de la Presidenta Michelle Bachelet, "recoge de modo unilateral una visión parcial de la sociedad".

"El país conoce los reparos que ha formulado la Iglesia Católica respecto de las normas nacionales sobre regulación de la fertilidad, similares aprehensiones han manifestado, además, personas expertas y diversas instituciones del país", señaló el clérigo.

El cura agregó que "sin embargo, el Gobierno ha manifestado su intención de aplicar un documento que recoge de modo unilateral una visión parcial del hombre y de la sociedad, contiene políticas públicas adoptadas sin escuchar una parte importante de Chile".

El pasado mes de enero, la Conferencia Episcopal ya había cuestionado la constitucionalidad de las normas nacionales sobre regulación de la fertilidad que promueve el Ministerio de Salud, que incluyen la "píldora", así como el uso de condón, la pareja única y la abstinencia.

A través de un comunicado, los obispos católicos consideraron que el "don de la vida es sagrado y, como tal, es intransable", por lo que la distribución de la "píldora" a menores de 18 años y mayores de 14 sin necesario consentimiento paterno es un peligro para la vida. (Cooperativa.cl)

1 comentario:

HugoRueda dijo...

Definitivamente creo que hay que aplicar el principio aquel de "Dadle al hombre lo que es del hombre y dadle a Dios lo que es de Dios". La píldora del día después, la del día antes y la de todos los días, es una cuestión del ser humano. Si a la Iglesia que sea no le gusta que sus feligreses, "esa parte del país" que dicen los obispos que el gobierno no ha tomado en cuenta, tomen la píldora, pues que prediquen en sus templos y les exijan el cumplimiento de sus prédicas a su rebaño, porque así cumplen su misión pastoral, que además no es gratis, es decir con su trabajo, y que dejen gobernar en paz. Amén.